Erreizando - Avatar
"Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras los hombres no escuchan" - Victor Hugo

Denisse Pérez

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Pablo Andrés Hernández Meza

pablomeza@erreizando.com

 


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Cuando pensamos en “piratas”, vienen a nuestra memoria personajes como Jack Sparrow de Piratas del Caribe o Capitán Garfio de Peter Pan, los cuales utilizan sombreros de tres picos, color obscuro,  navegan los mares en sus embarcaciones donde exhiben una bandera negra con una calavera.  No obstante, en este artículo te contaremos un poco más sobre otro tipo de piratas que no se encuentran navegando los mares. Descubre a qué nos referimos.

Para conocer a los piratas que referiremos en este artículo, comenzaremos hablando un poco de la famosa y taquillera película de ciencia ficción, Avatar, dirigida por James Cameron, la cual se desarrolla en el año 2154 en Pandora [1], este lugar cuenta con una amplia variedad de flora y fauna cuyos habitantes, los Na’vi, mantienen una relación armoniosa y espiritual con su entorno acompañada de un profundo respeto por la naturaleza. No obstante, todo esto cambia con la llegada de unos intrusos muy particulares: los seres humanos.

Aunque parezca increíble, en nuestro planeta tenemos un lugar que parece haber salido de esta película, la selva tropical del Amazonas también conocida como “el pulmón del planeta Tierra” ya que produce más del 20% del oxígeno a nivel mundial. Ésta selva posee una extensión de 8 millones de kilómetros cuadrados y abarca el territorio de Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay. En su interior alberga alrededor de 130 000 especies de árboles y plantas, 422 especies de mamíferos, 378 especies de reptiles, 1300 especies de aves y 3000 especies de peces, en conjunto representa aproximadamente el 30% de la biodiversidad del planeta.

Similar a la Amazonia, en Pandora existen grandes yacimientos de unobtainium [2], un valioso mineral que es utilizado como un superconductor de energía a temperatura ambiente en la Tierra; por su parte, la importancia estratégica de la Amazonia no se limita a la gran variedad de plantas que son extraídas de su interior. La región alberga grandes yacimientos de minerales clave para el desarrollo de la industria y la tecnología que se ha desarrollado durante las últimas décadas. Entre las materias primas más importantes disponibles en esta selva se encuentran: oro, plata, diamantes, titanio, uranio, manganeso, plomo, circonio, cromo, mercurio y niobio [3].

Como ejemplo del uso de algunos de los minerales descritos anteriormente se puede referir que el niobio se utiliza para obtener metales resistentes a las altas temperatura útiles para la construcción de reactores nucleares, vehículos espaciales y aviones, por lo que este material ha resultado clave en las últimas décadas para el avance del transporte y de la industria energética.

Hoy en día, las grandes empresas transnacionales recurren a la biopiratería que es “el robo (o apropiación, de manera más formal) de material biológico o genético o de conocimiento asociado a esos, en desacuerdo con las normas sociales, ambientales y culturales vigentes y sin el consentimiento previo fundamentado de todas las partes interesadas”. Esto se debe a que en la actualidad, tal y como menciona Andrés Barreda “cualquier organismo vivo puede resultar lucrativo a una empresa transnacional, y los derechos de propiedad intelectual pueden aplicarse a muestras de especies de plantas […] o microorganismos considerados potenciales poseedores de sustancias estratégicas”.

En Avatar, Parker Selfridge  busca extraer el más grande yacimiento de unobtainium que se encuentra debajo del Árbol Madre, hogar del Clan Omaticaya; dicho lugar, además de ser relevante por su ubicación, forma parte esencial de su cultura ya que tiene un valor sagrado para la cosmovisión Na’vi debido a que se relaciona directamente con su deidad, Eywa y con la naturaleza, lo cual no le interesa al Coronel Quaritch ni a sus benefactores. Sin embargo, en la región amazónica no se extraen solamente minerales de esta imponente selva, sino que también se lucra con las  plantas endémicas. Pero, ¿cómo lo hacen?

Erreizando-Avatar

Los biopiratas, al igual que Parker Selfridge, con ayuda del Coronel Quaritch, extraen los recursos biológicos por medio del robo. Tal y como menciona la abogada Claudia Sánchez Téllez, los pasos a seguir por los biopiratas consisten en la bioprospección que es la búsqueda de recursos biológicos patentables, continúa con la obtención  y manipulación de estos recursos y culmina con la obtención de la patente sin contar con el consentimiento de las comunidades indígenas y originarias para privatizar y mercantilizar sus conocimientos ancestrales. Cabe resaltar que el uso no autorizado con fines comerciales afecta directamente a estas comunidades indígenas y originarias debido a que pierden sus derechos sobre los mismos, sin recibir ninguna retribución económica a cambio en la mayoría de los casos, y trayendo consigo consecuencias graves para el entorno como la extinción de las especies por la sobreexplotación.

Las empresas transnacionales pertenecientes a diversas industrias, tales como la de alimentos, la farmacéutica y la química, buscan “innovar” a través de estas patentes. Es necesario mencionar que la biopiratería es una práctica común en las regiones de mayor diversidad biológica donde también “sobreviven pueblos y culturas originarias con conocimientos milenarios sobre su entorno natural y la protección y utilización de la biodiversidad”, lo cual convierte al Amazonas en un escenario atractivo.

Tanto en Pandora como en la Selva Amazónica, los pueblos originarios han coexistido de forma armónica con su entorno gracias a que desarrollaron saberes que transmitieron de generación en generación para la subsistencia humana en equilibrio con el entorno; lo anterior se dio en virtud de que su cosmovisión considera a todos los seres vivos dignos de respeto, fomentando la responsabilidad de velar por su cuidado. Sin embargo, esta manera de ver la vida y relacionarse con el entorno entra en disputa al encontrarse con la idea de “progreso” y el antropocentrismo [4] propias del pensamiento occidental, mismo que considera al entorno como una fuente de riqueza y no como un ente digno de consideración.

El término “biopiratería” fue acuñado por Pat Mooney en 1993. No obstante, este tema ha tomado relevancia por sus implicaciones económicas, ambientales, políticas, culturales y sociales. En palabras de Vandana Shiva la biopiratería es considerada como el  modo  actual  de  colonización’,  en  la  cual  ‘las corporaciones  van  hasta  el  tercer  mundo,  descubren  con  qué  objetivo  usamos  nuestra biodiversidad  y  después  alegan  que  inventaron  esa  manera  de  usarla”.

En el Amazonas plantas como camu-camu, uña de gato o chuchuhuasi han sido algunas de las más utilizadas por las empresas transnacionales en diversos productos como suplementos alimenticios, medicamentos homeopáticos, jarabes, cremas, tintes entre otros, gracias a las patentes y el saqueo. Para que ocurra esta práctica es necesario abordar el problema desde dos aristas: el extractivismo y la falta de control estatal.

De acuerdo con Ruy Mauro Marini, la división internacional del trabajo establecida en el siglo XIX a raíz de la Revolución Industrial en Inglaterra, ocasionó que los países de América Latina desempeñarán un papel consistente en vender materias primas o commodities a los países industrializados, importando a cambio productos manufacturados. Según este autor, la extracción de recursos naturales en los países latinoamericanos establecida sobre una relación de dependencia económica, ha permitido el desarrollo del capitalismo en Estados Unidos y los países europeos desde el siglo XIX. Esta situación se aprecia actualmente en la proliferación en los mercados de Europa y Estados Unidos de productos con sustancias activas obtenidas sobre la base de plantas y técnicas ancestrales de los pueblos amazónicos.

En Avatar esta relación extractivista se refleja en los intentos de Parker Selfridge por consolidar una colonia extractiva en Pandora cuya única función consistiera en proveer de unobtainium a la Tierra. De esta manera, el progreso de los seres humanos se fundamentaría sobre el expolio de los recursos de ese planeta, así como la destrucción de la cultura de los Na’vi.

La continuidad de las prácticas de biopiratería en la actualidad se puede atribuir a dos factores importantes. En primer lugar, la ausencia de protección estatal sobre el territorio amazónico de los países latinoamericanos permite la proliferación de la biopiratería y la extracción ilegal de recursos con total impunidad para los perpetradores. En un estudio sobre este problema en Bolivia, Álvaro García Linera atribuye el problema a la falta de vías de comunicación que conecten la región amazónica con el resto del país [5]. Se debe aclarar que en algunos países, los ejecutivos han mostrado desinterés por lo que ocurre en la región amazónica.

Erreizando - Extractivismo

La situación descrita por García Linera en la Amazonía boliviana es similar en el resto de países que comparten esta región. En el caso de Perú, la Amazonia carece de una conexión terrestre y su capital, Iquitos, sólo es accesible por aire. En Brasil, existen partes de la selva que sólo son accesibles gracias a varias horas de viaje en barco. A esta circunstancia se añade una relación entre los gobiernos de algunos países y los intereses de las empresas que operan en este territorio, como es el caso de la administración de Jair Bolsonaro, quien ha mostrado permanentemente su desdén por la preservación del ecosistema.

Pese a las limitaciones de los gobiernos sudamericanos para evitar la biopiratería en el Amazonas, existen diferentes actores que se han organizado y levantado la voz en defensa de sus territorios en los últimos años. Un ejemplo de ello son Nemonte Nenquimo de Ecuador y Txai Surui de Brasil, jóvenes activistas medioambientales que intentan visibilizar la extracción de recursos en la región como consecuencia de la minería, la industria maderera y contra la contaminación de los ríos, quienes instan a la comunidad internacional a tomar medidas para frenar el cambio climático y sus efectos sobre la región en que habitan, en consonancia con los diferentes movimientos organizados para crear conciencia sobre la crisis climática.

Gracias a todo lo anterior, podemos resaltar que los biopiratas no sólo se encuentran en los mares sino que los encontramos en las regiones megadiversas del planeta, en las selvas y bosques, ocupados en el expolio de recursos naturales y en constante disputa con los pueblos indígenas por sus territorios, recursos, saberes, sentires y pensares. Por otro lado, debemos mencionar que el saqueo ha contribuido al desarrollo del capitalismo en los “países desarrollados” desde el siglo XVI como coinciden en señalar Vandana Shiva y Rui Mauro Marini.

En la actualidad, las plantas sustraídas por los biopiratas permiten a grandes compañías obtener grandes dividendos a partir de la venta de productos para diferentes aplicaciones. No obstante, a pesar de lo desalentadora que resulta esta situación, existen voces que se hacen escuchar para tratar de frenar las prácticas de biopiratería que afectan a los pueblos indígenas ¿Conoces otro caso similar? Déjalo en los comentarios.


Notas:

[1] Dentro del universo de Avatar, es la quinta luna del gigante planeta gaseoso Polifemo.

[2] Dentro del universo de Avatar, el unobtaiunium tiene un valor de $ 20 millones por kilogramo (2.2 lbs) sin refinar y $ 40 millones por kilogramo refinado en la Tierra.

[3] Los yacimientos de tales materiales fueron localizados por la fuerza aérea de Estados Unidos a espaldas del gobierno de Brasil durante la dictadura de Humberto Castelo Branco, entre 1964 y 1967.

[4] Corriente de pensamiento que sitúa al ser humano como el centro del universo.

[5] García Linera A. (2013) Geopolítica de la Amazonia. Poder hacendal – patrimonial y acumulación capitalista. Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia.