Gustavo Petro. Un presidente de la guerrilla



Pablo Andrés Hernández

pablomeza@erreizando.com

 


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“¡Cesó la horrible noche!

la libertad sublime

derrama las auroras

de su invencible luz“.

Himno Nacional de Colombia

Hacia las 5 de la tarde del 19 de junio del presente año, los datos de la  Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia mostraron una tendencia irreversible: con 89.35% de las casillas registradas y contra todo pronóstico  en su tercer intento, Gustavo Petro se convirtió en el nuevo presidente con el 50.35% de los votos frente al 47% obtenido por su rival, el ingeniero Rodolfo Hernández. 

La victoria electoral de Gustavo Petro representa un parteaguas en la historia de Colombia por dos razones importantes; en primer lugar, significa que un candidato cercano al expresidente Álvaro Uribe (quien ha controlado la política en el país durante los últimos 20 años) no ha ganado las elecciones. En segundo lugar, es la primera vez que un presidente de izquierda (aunque Petro ha matizado esta cuestión para atraer votantes) y ajeno a [1] la oligarquía terrateniente accede al poder; cabe recordar que este grupo oligárquico ha ostentado el poder prácticamente desde la Independencia ¿Cómo logró este ex guerrillero llegar al [2] Palacio de Nariño? En Erreizando te lo contamos.

Durante el siglo XIX existieron movimientos liberales opuestos a los conservadores que llegaron a rebelarse contra la aristocracia, sumiendo así al país en varias guerras civiles; la más trascendental ocurrió al final de esa centuria y costó al país la pérdida de Panamá en 1903. A diferencia de otros países como México, en Colombia los liberales nunca lograron reformas políticas, sociales y económicas trascendentales, por lo que los conservadores retuvieron el poder hasta bien entrado el siglo XX. 

Colombia nunca ha sido gobernada por revolucionarios, por populistas o por socialistas como sí ocurrió en otras partes de América Latina durante el siglo XX. Los opositores fueron absorbidos por la élite al grado de que, como decía el coronel Aureliano Buendía, los conservadores y los liberales se distinguen por asistir a misa de cinco los primeros y escuchar misa de ocho los segundos. 

En 1977 Petro inició su participación en la vida pública como militante del movimiento guerrillero M–19 con apenas 17 años. Dicho movimiento a urgió a partir del descontento en el  proceso electoral irregular de 1970, que culminó en  la llegada del conservador Misael López Pastrana en contra del general Gustavo Rojas Pinilla; el militar cobró popularidad como opositor a las gestiones del Partido Liberal y Conservador, los cuales se repartieron el gobierno desde 1958. Como integrante de esta fuerza, Petro tuvo un papel menor en las acciones armadas de la organización. Sin embargo, fue detenido en 1985 bajo cargos de terrorismo y excarcelado dos años después. 

En 1991, la organización constituyó el partido político Alianza Democrática M–19 que concurrió a las elecciones para la Asamblea Constituyente de ese año; Petro fue uno de los legisladores que representaron a la formación en el proceso. Posteriormente fue electo como diputado por Cundinamarca. En 2002 se integró al naciente Polo Democrático Alternativo (PDA) y fue elegido como senador en 2006 y en este puesto fue uno de los principales opositores al gobierno de Álvaro Uribe (2002 – 2010).

En 2010 Petro, representando al PDA, fue candidato a la presidencia por primera vez, sin embargo, no logró llegar a la segunda vuelta y en esa ocasión Juan Manuel Santos fue electo presidente con el apoyo de Uribe. En 2011 abandonó su instituto político para fundar el partido Colombia Humana con la intención de presentarse a los comicios para la alcaldía de Bogotá, mismos que ganó. Estando al frente de la capital intentó poner en marcha una serie de reformas sociales y administrativas con la intención de mejorar las condiciones de vida en la ciudad, las cuales sirvieron de base para su proyecto político con miras a competir por la presidencia. 

En su gestión destacó la reducción de las tarifas de autobuses y del [3] Transmilenio cuyo costo fue cubierto por fondos públicos. También se iniciaron los estudios para la construcción del Metro de Bogotá, un proyecto anhelado por décadas en la ciudad. Otra medida importante fue la suspensión de concesiones a particulares del servicio de recolección de basura que desde 2013 fue absorbido por el gobierno capitalino; la medida permite vislumbrar el interés del ahora presidente por la rectoría del Estado en sectores estratégicos de la vida pública y que la iniciativa privada no puede satisfacer a cabalidad. 

Tras concluir su período al frente del gobierno de Bogotá en 2016, preparó su candidatura para las elecciones de 2018. La alianza con partidos como el Comunista y el PDA, así como distintos movimientos sociales, le permitió llegar a la segunda vuelta en esa ocasión. Sin embargo, fue derrotado por el actual presidente Iván Duque del [4] Centro Democrático y cercano a Álvaro Uribe.

Tras su derrota en las elecciones de 2018, Petro ocupó un escaño en el Senado, desde el que se dedicó a preparar su tercera candidatura presidencial llevando a cabo conversaciones con distintos movimientos sociales. Este proceso culminó en la conformación de la coalición electoral Pacto Histórico a principios de 2022 y la celebración de una consulta para definir al abanderado. Esta plataforma ideada para competir en los comicios recibió la adhesión de distintas fuerzas como el Partido Comunista, el PDA o los Comunes. Dicha alianza permitió a la activista Francia Márquez ser candidata a la vicepresidencia.

Los Comunes surgieron como partido en 2016 a raíz de los Acuerdos de La Habana  que estipulaban el apoyo gubernamental para la conversión de las FARC en una formación política, siendo su primera denominación [5] Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común y manteniendo las siglas utilizadas como movimiento guerrillero. En 2021 cambiaron su nombre para atraer a los votantes. 

Para la campaña presidencial del Pacto Histórico, Petro propuso un programa que recogió toda su experiencia como guerrillero, legislador, opositor y alcalde de Bogotá. El eje rector del documento consiste en la modificación del modelo económico en Colombia para otorgar mayor participación al Estado en la economía.

Una propuesta importante que consiste en la implementación de una reforma agraria con dos objetivos; poner en funcionamiento las tierras ociosas y cumplimentar lo pactado en los Acuerdos de La Habana con las FARC respecto al reparto de tierras a los combatientes desmovilizados. Este planteamiento se puede comprender como una demanda formulada por los Comunes a cambio de su adhesión al Pacto Histórico. Por otra parte se debe señalar que la posesión de la tierra por parte de unos cuantos aristócratas y las terribles condiciones de vida de los campesinos, llevó al surgimiento de movimientos agrarios en los departamentos rurales a partir de los años 30, los cuales paulatinamente se fueron organizando hasta conformar grupos guerrilleros, siendo el más importante el de las FARC, constituido en 1964.

A pesar de que el programa agrario de Petro contribuye al restablecimiento de la paz en Colombia,  ha generado el rechazo de los terratenientes, quienes históricamente se han opuesto a las propuestas de reforma agraria al beneficiarse económicamente de la ociosidad de grandes porciones de tierra cultivable y de la presencia de mano de obra campesina con malos sueldos. 

Por otra parte, no se debe perder de vista que una de las preocupaciones más importantes para los electores es la situación económica del país agravada por la pandemia de Covid 19. El descontento con los sueldos magros y la inflación persistente llevó al estallido del Paro Nacional entre fines de abril y principios de mayo de 2021, con protestas en las principales ciudades que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad, principalmente el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). En función de lo anterior, Petro propuso la desaparición del Esmad y la integración de la Policía Nacional a la responsabilidad del Ministerio de Justicia o Interior. 

En materia ambiental, Petro planea impulsar medidas como la cancelación de los proyectos de fracking, así como la suspensión de los permisos para explorar y operar yacimientos de minerales e hidrocarburos lo que se presenta principalmente en la región amazónica del país

Por otra parte, el candidato ha propuesto el inicio de conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un movimiento iniciado en 1966 por sacerdotes afines a la Teología de la Liberación y cuyas actividades bélicas no cesaron pese a la firma de los Acuerdos de Paz de La Habana, por lo que constituye el último grupo armado en activo de Colombia. 

Las propuestas del Pacto Histórico convencieron a un electorado harto de un modelo económico que propicia la desigualdad en el país en beneficio de los hacendados, lo cual permitió a Petro ganar la primera vuelta con 40%. En esa instancia celebrada el 29 de mayo destacaron además del izquierdista, los candidatos Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández. El primero contó con el apoyo del presidente Duque y por tanto del uribismo; pese a ser favorito para enfrentar al ahora presidente electo en la segunda vuelta, obtuvo apenas 22% y quedó en tercer lugar.

Por su parte, el ingeniero Rodolfo Hernández compitió por la Liga de Gobernantes Anticorrupción.  Su discurso en contra de la corrupción y de los partidos políticos tradicionales le permitió ganar la simpatía de los votantes descontentos con el gobierno de Duque pero recelosos de las ideas de Gustavo Petro. Gracias a esta circunstancia quedó en segundo lugar con 28% de votación.

Rodolfo Hernández causó polémica durante la campaña por declaraciones como su admiración por Adolf Hitler, su xenofobia contra los venezolanos o sus insinuaciones de que las mujeres deben permanecer en casa y no opinar sobre política y gobierno.  Sus actitudes antidemocráticas, ideas controversiales  y procedencia empresarial le hicieron ganarse el mote de “Trump colombiano”.  Para la segunda vuelta este personaje  recibió la adhesión del resto de candidatos perdedores, pertenecientes a la clase política tradicional, destacando Federico Gutiérrez. De igual manera, los medios colombianos más importantes como Radio Caracol, RCN, W Radio o El Tiempo, se inclinaron en favor del candidato ultraderechista. 

Mientras tanto, durante la campaña para la segunda vuelta, Petro recorrió el país para reforzar su base electoral y convencer a lxs indecisxs y quienes se abstuvieron en la primera vuelta de votar a su favor, lo que se convirtió en factor decisivo de su triunfo, sumado a la negativa del candidato Hernández a debatir y a su desinterés por acudir al territorio. De igual manera, la preocupación de las juventudes ante el discurso autoritario y retrógrada del ingeniero Rodolfo contribuyó a que la mayor parte de este sector del electorado se inclinara por apoyar al candidato del Pacto Histórico. 

Gustavo Petro asumirá la presidencia el próximo 7 de agosto y se convertirá en el primer mandatario de izquierda en dos siglos de historia de Colombia gracias a su liderazgo sobre un amplio abanico de partidos políticos y movimientos sociales de corte progresista, así como al hartazgo de la población con la clase política tradicional encabezada por Álvaro Uribe. Esta histórica jornada confirmó la tendencia existente en los países de América Latina de aversión por los políticos tradicionales y por un modelo económico que acrecentó la desigualdad en los territorios de la región; conviene recordar que Colombia es uno de los países mas desiguales de la región. Sin embargo, a partir de ahora será interesante dar seguimiento al desarrollo de las reformas propuestas en el programa del Pacto Histórico y los cambios que desencadenen en los próximos años.


Notas:

[1] Tras la independencia de Colombia los propietarios de las grandes haciendas se agruparon en el Partido Conservador y sus intereses económicos han predominado en la política desde el siglo XIX.

[2] El Palacio de Nariño es la sede de la presidencia de Colombia.

[3] El Transmilenio es la red de autobuses de tránsito rápido de la ciudad de Bogotá; equivale al MetroBús de la Ciudad de México o al Mexibús del Estado de México. Al no existir una red de metro en la capital este sistema constituye la columna vertebral del transporte público en la ciudad.

[4] El Centro Democrático fue fundado por Álvaro Uribe en 2013 tras distanciarse del presidente Juan Manuel Santos luego de que éste iniciara las negociaciones con las FARC que culminaron con el Acuerdo de Paz de La Habana de 2016. Cabe recordar que el expresidente Uribe fue el principal opositor al pacto durante la campaña para el plebiscito convocado a fin de refrendarlo el 2 de octubre de ese año y en el cual triunfó el no con 50.3% de la votación.

[5] El acuerdo de paz estipulaba la asignación de cinco senadores y cinco diputados al partido tras las elecciones de 2018 y 2022.

[6] El Esmad es el cuerpo de élite de la policía encargado de cuidar el orden público en las protestas. Sin embargo, durante el Paro Nacional cometió excesos en contra de los manifestantes causando la muerte de al menos cinco personas por lo cual no es visto con agrado por la población.

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