Moda como resistencia



Diana Ivette García Cobos

diana2001garciacobos@gmail.com

Colaboradora Invitada


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La moda es una forma de expresión individual o colectiva en un tiempo y lugar determinado que se adapta a los gustos y a las capacidades de las personas. Puede representar ciertas tendencias momentáneas o emblemas perdurables, al igual que las constantes transformaciones de la sociedad.

Las prendas pueden llegar a convertirse en símbolos de ciertas causas o movimientos, tanto así que su reconocimiento ha llegado a ser una forma de expresión en donde con sólo ver la prenda se puede reconocer qué y a quiénes representa. Ayudando así a fortalecer y afianzar la historia, alcance y significado de la lucha a la cual simboliza.

Ante esto, ¿cómo una prenda o un accesorio puede convertirse en uno de los símbolos de cierta lucha? De tal forma que, si la moda puede ser parte de la resistencia y una forma de expresión sobre descontentos, entonces, en conjunto, se podrá armar una forma de expresión cada vez más compleja, con características propias que ayuden a construir su identidad e historia.

Hay prendas cuya causa le ha dado la vuelta al mundo, tal es el caso del paliacate morado y verde. El verde se refiere al derecho a la legalización del aborto y a su práctica segura, teniendo su origen en Argentina, en el 2003, dando pie a que sean las mujeres quienes decidan sobre su cuerpo. De acuerdo a datos del Centro de Derechos Reproductivos, en cuanto a leyes de aborto en el mundo, por petición, en el continente americano el aborto es legal en: Canadá, Estados Unidos, Argentina, Uruguay, Guyana, Guayana francesa, Puerto Rico y Cuba.

Siguiendo la misma línea, el morado es representativo de la lucha feminista, de la lucha por la igualdad de derechos, de oportunidades y la eliminación de la violencia de género. Aunque la elección de este color tiene varias teorías, la que concuerda con hechos históricos es la vivida en Nueva York por las jóvenes trabajadoras de la fábrica textil Triangle Waist Co, quienes laboraban bajo condiciones deplorables en un edificio con accesos cerrados, mismo que, al incendiarse el 25 de marzo de 1911, causó la muerte de 146 trabajadoras que no tuvieron forma de escapar.

A causa del incendio, se produjo un humo con una tonalidad morada, lo que dio como resultado el color del movimiento, siendo un símbolo perdurable de las injusticias que se vivían en la fábrica textil. Actualmente, el color morado es utilizado como parte de la representación del movimiento feminista en prendas, accesorios, carteles, etc. y se ve con fuerza en días como el 8 de marzo: -Día Internacional de la Mujer.

Hay otros casos, como el de Bielorrusia, en donde el vestir de blanco tras el posible fraude en las elecciones presidenciales fue distintivo, ya que Aleksandr Lukashenko ganó frente a Svetlana Tijanóvskaya. Además del descontento por la negación de Aleksandr para repetir las elecciones, el comentario que hizo acerca de que la Constitución del país es para hombres y que el voto hacia una mujer no tendría cabida, generó que las mujeres salieran a las calles vestidas de blanco y con flores en las manos para protestar por un cambio político. 

Lo que llevó a que el color blanco fuera más que sólo una tonalidad usada en prendas de vestir. Se convirtió en el símbolo de la injerencia de las mujeres en la política y ayudó a visualizar el poder que son capaces de ejercer, pues es considerado como un símbolo tanto de resistencia como de solidaridad

Ya sea que la relación entre la moda y las resistencias sociales sean recientes o lleven trabajando en conjunto varios años, es posible acotar que la moda ha ayudado a consolidar ciertas características de determinadas luchas. Logrando unirse y construir en conjunto vínculos más complejos de expresión y acción.

Siendo así que, en casos como los del color morado o el del paliacate verde, se han convertido en símbolos mundiales con un gran impacto y fuerza, conteniendo una historia detrás que con sólo verlos se puede remitir a la lucha feminista y al aborto legal y seguro. Pues tanto los colores como los paliacates han servido para visibilizar la causa a corta o larga distancia, siendo posible que sin necesidad de palabras las personas a través de estos símbolos identifiquen a qué hacen referencia.

Aunque cabe destacar que no se hace referencia a que cada persona del planeta los ubique de esta forma. A lo que se hace alusión es que al pasar de los años, estas prendas, convertidas en símbolos, se han hecho cada vez más conocidas en relación con el movimiento feminista y han adquirido más fuerza, llegando a asociarse como parte de ella. 

Finalmente, a través de los ejemplos mostrados se puede visualizar cómo la moda es una forma de expresión de la vida cotidiana, de la cual surgen injusticias, desigualdades y aspectos por los que se puede luchar para transformar a la sociedad en algo mejor. En una sociedad que piense en la vida digna y actúe en favor de ella, siendo la moda una forma de complejizar y dotar de aún más significado a ciertos movimientos sociales.


1 comentario sobre “Moda como resistencia

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