Construir un mundo todo mío: L’isola delle rose



Leonel Campuzano

jolecampr@erreizando.com


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“A esta isla solo le hacía falta una película”

 Sidney Sibilia

¿Alguna vez has pensado que el país o el mundo es demasiado injusto, desigual, aburrido o cualquier otro adjetivo negativo? ¿Qué pasaría si con esto en mente pensamos en crear un Estado soberano o territorio independiente? 

Básicamente de esto va la trama de la película de Netflix del director Sidney Sibilia, La increíble historia de la Isla de las Rosas, que cuenta la historia real de Giorgio Rosa, un divertido y soñador ingeniero italiano que en los sesenta decidió crear su propia isla a 500 millas de las aguas territoriales de Italia, cerca de Rimini. Te sorprenderá saber que solamente después de anunciarse como nación independiente, no duró más de un año en existencia, pues las fuerzas militares italianas la derribaron con tantos argumentos como kilos de explosivos. 

Si bien no es ilegal la creación de un Estado o país propio, tiene demasiadas implicaciones, entre las cuales se encuentran los temas que quienes nos dedicamos a estudiar las relaciones internacionales, examinamos y nos apasionan. Tenlo en cuenta la próxima vez que te encuentres a una persona de nuestra área. 

Para este momento te debes estar acordando de la película o tienes muchas ganas de correr a verla inmediatamente. Cualquiera que sea tu caso, te invito a quedarte para descubrir datos interesantes que te sorprenderán, aunque cabe aclarar que un sólo artículo no alcanzará para hablar de todo aquello que estudiamos de las relaciones internacionales; apenas bastarían unos cuantos años (una carrera universitaria, por ejemplo) para analizarlo con todos los elementos necesarios.

Hablemos de esta cosa a la que llamamos Estado o, más comúnmente, país (como le llamaremos el resto de este escrito). Te podría abrumar hablándote de teorías y autores, pero bastará con decir que un Estado es un espacio que cuenta con territorio delimitado por fronteras, un gobierno, una población y un cúmulo de leyes que se deben acatar al interior del territorio. Para ello, dentro del territorio, el Estado tiene la capacidad de ejercer coerción o violencia para atender cualquier problemática y se toman decisiones sin que otro país o fuerza puedan intervenir. Obviamente esto es lo que debería ser, aunque no siempre es realidad.   

Otro asunto relevante que hace posible la existencia de un país, y que puedes observar en la película, es que los países atraviesan por procesos de construcción de una identidad nacional, en los cuales hacen uso de diversos elementos para generar un sentido de identidad con el lugar de nacimiento tales como una bandera, una moneda, un himno nacional, un idioma, ciertas experiencias comunes, la capacidad de emitir pasaportes, entre otros elementos más. Como dato curioso, en la Isla de las Rosas el idioma que seleccionaron es el Esperanto, idioma artificial creado por L.L. Zamenhof en 1887 que tenía como idea original crear una comunicación internacional común. 

Todos estos elementos de alguna manera eran reales en el caso de La Isla de las Rosas; sin embargo, te invito a que conozcamos el porqué Italia simplemente aplastó la sola idea de la existencia de la isla.

¿Libertad?

La aspiración de Giorgio Rosa era crear un lugar en donde pudiera ser realmente libre, en el cual no existieran las limitantes que la simple idea del gobierno de un país presenta. No obstante esta idea tan maravillosa, nos podemos preguntar ¿libertad para qué? El sistema en el que vivimos tiene un sin número de vicios y errores que nos gustaría poder cambiar y, aunque un espacio así podría ser una alternativa, nos lleva a plantearnos algunas preguntas como: ¿Cómo y quiénes gobernarían allí?, ¿existiría siquiera un gobierno? De no haberlo, ¿quién podría cuidar mi seguridad o resolver los problemas? En una realidad como la del siglo XXI y el coronavirus, ¿es posible pensar en un territorio que bajo ninguna circunstancia cedería a las presiones de las instituciones internacionales? Estas, que pareciesen simples preguntas, no lo son; de hecho son años y años de discusiones teóricas y disputas entre países. 

Los grandes temas

Si bien pensar que la utopía es posible o un atisbo de esperanza, la historia de la humanidad y los acontecimientos más recientes en el mundo nos demuestran que la humanidad y su conformación en sociedades son mucho más complejas. Las relaciones internacionales existen en un escenario más amplio que el intergubernamental, pues también involucran a las grandes empresas globales como Coca Cola o Bayer, a los organismos internacionales como las Naciones Unidas, a las Organizaciones No Gubernamentales internacionales como Greenpeace, entre otros participantes; los cuales tienen motivaciones e intereses diversos. Y eso, como ya te imaginarás, hace que ponerse de acuerdo en los temas que afectan a toda la humanidad no sea cosa fácil a pesar de lo urgente de los mismos.

Imagina, por ejemplo, que en tu isla de libertades se quisiera establecer un grupo criminal, ¿deberías dejarlo allí? De hecho este tema fue uno de los argumentos que proporcionó el Gobierno de Italia a las Naciones Unidas, pues apuntaba que La Isla de las Rosas apoyaba en la logística de los submarinos nucleares rusos, argumento que no es de extrañar en plena Guerra Fría. Por otro lado, imagínate que para mejorar tu isla debes explotar una zona marina, esto tendría un gran impacto en el ecosistema y sería un movimiento arriesgado frente a los esfuerzos en el mundo por contener el cambio climático. Pero sin ello, ¿cómo podrías vivir bien? 

Ahora, Giorgio Rosa fundó su país en aguas internacionales. Para que tengas un dato interesante que compartir, estas aguas comprenden el mar que no pertenece al territorio marítimo ni a las zonas económicas exclusivas de ningún país, que se calcula a doce millas náuticas desde el territorio terrestre. Esta distancia cambió después de la existencia de la isla de Giorgio, lo cual es importante porque probablemente para este caso (o el de Sealand, otra Micronación), crear literalmente un territorio, encontrar valores identitarios y hacerse de un gobierno (de seis personas en el caso de La Isla de las Rosas) fue algo más fácil que para otras personas y grupos que hoy en día buscan tener un espacio en el cual gozar de libertad y garantías que les permitan tener una vida digna. 

Lugares como la isla de Chipre, las Malvinas, el territorio de Palestina, el Kurdistán, el estrecho de Gibraltar, o el territorio de los Balcanes son algunos casos vigentes que han creado disputas interminables entre gobiernos y acabado con miles de vidas. Estas son muestras claras de que plantearse un territorio totalmente nuevo y utópico en aguas internacionales es mucho más sencillo que reclamar por tener un país propio en un territorio continental como un grupo no reconocido.

Aquí es en dónde los grandes participantes del mundo, que ya te he mencionado antes, establecen una serie de relaciones que pueden ser de conflicto (guerra) o de cooperación (paz). Pero tampoco es tan sencillo como parece, pues los países se han formado por diferentes razones históricas, geográficas, políticas, económicas, entre otras, y muy pocas veces por el deseo de un pequeño grupo de personas, como el caso de La Isla de las Rosas. Estas razones hacen que la confrontación sea de alguna manera normal aunque no por ello justa. 

Entonces, ¿es posible crear un país nuevo? La respuesta es sí, pero recuerda, hay diversos aspectos a tomar en cuenta antes de emprender la misión. En principio, pensar en todo lo que ha tenido que pasar en la historia para que surjan los países, sus gobiernos, sus territorios, y demás elementos que los hacen ser. En segundo lugar, tomar en cuenta que, aunque quisieras tener un espacio solo para ti y quien tú decidas, las relaciones en este planeta han estado siempre (y cada vez más) interconectadas, por lo que no necesariamente todos los grandes agentes internacionales estarán de acuerdo con que estés allí y harán lo posible por evitar tu existencia. Si en verdad quieres un espacio donde no existan estas complicadas relaciones, te recomiendo fundar tu país en el espacio exterior, mientras puedas. 

Tanto la película como el caso real de La Isla de las Rosas son solamente un acercamiento a tantas cosas importantes e interesantes que suceden en el mundo y que intentamos comprender, como, por ejemplo, el por qué los grandes temas internacionales no terminan por resolverse de una vez por todas. Por ahora me alegra que ya has comenzado a plantear en tu mente que, efectivamente, ni todo es tan sencillo como en la película ni la realidad del mundo es cosa fácil de desenmarañar. Pero descuida, para eso estamos.

Este escrito ha tenido como objetivo plantearte sólo un poco de lo que hacemos en el equipo de Erreizando, a la vez que introducir en ti la curiosidad por lo que sucede en el mundo. Finalmente, te dejo unas preguntas cuyas respuestas puedes compartir en los comentarios. Si fundaras tu país, ¿en dónde lo harías?, ¿cómo lo llamarías? y, por último, ¿quiénes podrían vivir en tu nueva Nación? 

Te agradezco por llegar hasta aquí y te invito a seguir disfrutando de todos los contenidos que hacemos para ti.

12 comentarios sobre “Construir un mundo todo mío: L’isola delle rose

  1. Artículo muy interesante, me ayudó a aprender cosas nuevas. Además ahora tengo curiosidad de ver la película. 🤔

    Respecto a las preguntas: mi país lo fundaría en cualquier sitio disponible, lo llamaría Oguh, y podría vivir cualquier persona que pida refugio ya que en su país de origen se le niegan sus derechos humanos.

    1. Hugo te recomendamos que vayas a Netflix y puedas ver la película no dura mucho y es muy interesante.

      OGUH ¿tiene algún significado?

      Serás un país de refugio que seguramente tendría de parte de otros gobiernos argumentos como los que le dio el de Italia a Giorgio Rosa.

  2. Interesante artículo, me encantaría que siguieran haciendo artículos de películas relacionadas a las RI, con razón tanto interés en marte…
    Saludos

    1. Uno de nuestros colaboradores ya habló de la carrera espacial.
      No estaría demás ir para allá a saber que necesitaras para llegar volando hasta el planeta marte en una nave dibujada.

  3. Sin duda leer este tipo de escritos nos invitan a abrir nuestra mente y romper con las fronteras en las que hemos vivido siempre.

    Pienso que incluso si mi país me hiciese sentir libre tendría una lucha constante por encajar para no ser atacado.

    Es inevitable leer esto y no pensar en la frase “Mi libertad termina donde empieza la tuya”.

    Excelente trabajo erreizando

    1. Stephenie.
      El.tema de la libertad es muy importante y si bien esa idea podría ser aplicada en un nivel social más bajo, que pasa con los grandes actores.
      ¿Crees que se aplica la misma lógica al hablar de países, empresas y otros actores?.

  4. Creo que muchos en algún momento pensamos como sería si fundáramos nuestro propio país perfecto, sobre todo cuando somos pequeños, nuestra imaginación de niñx lo hace muy sencillo, pero darte cuenta ahora de todo lo que implica y el trabajo tan amplio de quienes llevan a cabo todas estas tareas te cambia la perspectiva, a veces podemos llegar a preguntarnos “Pero, ¿Qué tan difícil puede ser?” y bueno, he aquí la respuesta.

    1. Holaaaa.
      Gracias por leerlo ¿ya pudiste leer algunos otros?
      Tengo una pregunta, si fundaras tu país ¿cuál seria una de las leyes más importantes?
      Por otro lado el mundo es muy interesante pero sorprende que esas preguntas impirtantes las hacen las personas más pequeñas.

  5. Así como corrí a ver Los Bridgerton ahora corro a ver La increíble historia de la Isla de las Rosas.

    Siempre es un placer leerte.

    Saludos cordiales.

    1. Muchas gracias Fer, tenemos en éste blog muchos más contenidos que seguro te serán de interés.
      Espero que estés muy bien.

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