¡Una explosión! el coyote persigue al correcaminos de nuevo, pero ¿Qué es esa nube en forma de hongo? ¿TNT? O tal vez una explosión nuclear. ¿Por qué algunas series y caricaturas, a partir de la década de 1950, representaban explosiones normales utilizando efectos de armas nucleares?¿Fue fortuito que este desarrollo de contenidos se diera en un contexto de pugna por el poder en la Guerra Fría? Quizás algo se buscaba demostrar, pero nunca nos dimos cuenta de las historias que contaron las caricaturas de nuestra infancia.
Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron turbulentos para todo el mundo. Adaptarse a una sociedad post guerra, fragmentada y traumatizada, fue un paso difícil por las implicaciones que traía este proceso: sobrellevar uno de los hechos históricos que llevaron a la culminación de la guerra. Es decir, la detonación de las bombas atómicas, “Little boy” y “Fat Man”, en Hiroshima y Nagasaki, Japón, el 6 y el 9 de agosto de 1945 respectivamente.
Estos hechos fueron significativos para el inicio de la era atómica. El uso de armas nucleares superó las expectativas que se tenían sobre las amenazas a Japón por parte de Estados Unidos; el mundo se vio atrapado en la incertidumbre y el temor como consecuencia del inicio de esta era. Además, en el imaginario de la sociedad de esos años, quedó grabada la nube de hongo que se formó en el horizonte el día de las detonaciones. ¿Pero, qué es una nube de hongo? Las nubes de hongo se componen del humo, llamas o escombros generados por una explosión nuclear.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, se inauguró el período de Guerra Fría, en el cual la Unión Soviética y Estados Unidos lucharon día a día por extender su sistema económico, político y social al resto del mundo, pero sin tener un enfrentamiento directo. El conflicto no sólo se desarrolló en el aspecto armamentista, espacial, nuclear o de estrategias organizacionales con aliados, sino también se utilizó el soft power como herramienta para difundir contenidos de entretenimiento con una carga ideológica particular.
A partir de esos años algunas productoras de entretenimiento estadounidense comenzaron a utilizar con normalidad dentro de sus animaciones la representación de la nube de hongo como la que se formó con las explosiones nucleares en Japón. Este hecho no fue casual, ya que ciertamente ésta sería una forma en la que la población podría internalizar el peligro inminente que representaban las bombas nucleares, así como la fabricación de armas por parte de Estados Unidos y la Unión Soviética. Lo que ocasionó que se estuviera en constante alerta por la posibilidad de una [1] Destrucción Mutua Asegurada (DMA).
Para una sociedad que apenas comenzaba a reestructurarse, caricaturizar y consumir representaciones constantes de actos destructivos consecuencia de los conflictos en la Guerra Fría, fue la forma en la que la población conseguiría normalizar la presencia de estos hechos. Especialmente si se hacían presentes desde la infancia, ya que era el público mayoritario de estos programas televisivos; la sociedad se familiarizó con un paisaje frente al peligro inminente que era estar en ese período histórico.
Explosiones, bombas, armas, detonaciones y nubes de hongo fueron algunos de los aspectos destacables en los contenidos animados de esos años. Pero esto no se dio solo dentro de los contenidos televisivos, sino también en el contexto en sí mismo que envolvía a esos turbulentos años.
Sin embargo, al final del día, después de un choque o una explosión en caricaturas como “El Coyote y el Correcaminos”, los personajes seguían con vida y los daños eran menores. Las y los niños crecieron sabiendo que el peligro era inminente y que eso pasaba cuando había una explosión, pero que realmente no tenían por qué preocuparse. Lo cierto es que no todas las explosiones forman nubes de hongo, pero, ¿Por qué representarlas así? ¿Por qué las explosiones en las caricaturas tienen forma de hongo si no son explosiones nucleares?.
Investigadores como el físico Jorge Díaz, explicaba en un tweet información sobre las explosiones nucleares, en el cual señaló que son las únicas que adoptan la figura de nube de hongo y además, se caracterizan por tener un destello enceguecedor el cual aparece al principio de la explosión. Estas características y los colores rojizos que emiten son típicas de explosiones químicas. Empero, en las animaciones cualquier tipo de explosión se sigue representando como si fuera una explosión nuclear, lo cual no es para nada un hecho aislado.
Por tanto, no solo es la figura de la nube de hongo en sí misma lo que preocupa, sino la necesidad de representarla y normalizarla dentro de los imaginarios de la sociedad de esos años. También estuvo acompañada de una determinada connotación es decir, nada que fuese negativo o que causara daños irreversibles. Y qué mejor medio que las caricaturas para masificar sutilmente éste contenido animado.
Si bien no se mostraban los efectos que en la realidad fueron causados, lo cierto era que la sociedad no olvidaría tan rápido lo destructivas que fueron ambas bombas atómicas. El recuento de los hechos nos dice que el total de personas fallecidas en Hiroshima fue de al menos unas 80.000 personas el día de la detonación. Y en Nagasaki, con la segunda bomba, los decesos llegaron a las 40.000 personas.
Muchas más murieron en los días, semanas y meses subsecuentes. La suma total aproximada nos da alrededor de unas 214.000 personas que perdieron la vida por el efecto directo de las bombas. Pero lo que poco se esperaba es que sus efectos durarían no solo unos años, sino décadas enteras que hasta la fecha podemos constatar.
Vivir dentro de la era atómica implicaba aceptar que se estaba en constante alerta y peligro, porque una decisión podía hacer la diferencia entre repetir o no la historia. No solo las y los niños de esas generaciones normalizaron la figura de una nube de hongo y demás artefactos nucleares, sino también un trasfondo lleno de miles de vidas perdidas en minutos y consecuencias que perdurarían hasta la actualidad.
Y aún en nuestros tiempos, la sociedad sigue consumiendo contenidos de este tipo desarrollados en esos años, con los cuales cada día estamos más familiarizados. ¿Pero qué implica esta normalización, una nueva detonación atómica nos sería indiferente? ¿Así como en las caricaturas el que los personajes sobrevivan a las explosiones minimiza el impacto?. Pareciera inofensivo el uso de este tipo de representaciones animadas dentro de las caricaturas, pero nada es casual. Sin duda fue una forma en la que la población se acostumbró a un ambiente potencialmente peligroso que siempre estuvo latente durante la Guerra Fría. ¿Conoces otro ejemplo similar? Déjalo en los comentarios.
Notas:
[1] Se conoce como Destrucción Mutua Asegurada a la capacidad que tenía tanto Estados Unidos como la Unión Soviética de usar su armamento nuclear y causar la destrucción completa de ambos polos de poder.