Diana Bustamante Cruz
dianabuc@erreizando.com
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El certamen número 70 de Miss Universo se llevó a cabo el 12 de diciembre en la ciudad turística de Eilat, al sur de Israel. Decenas de concursantes de todo el mundo llegaron para competir, poniendo a prueba su destreza en oratoria, pasarela y modelaje. La afortunada ganadora fue Miss India, Harnaaz Sandhu, una de las favoritas a nivel internacional, quien en una disputa por la corona con Miss Paraguay Nadia Ferreira, una de las contendientes latinoamericanas más fuertes, triunfó de manera magistral.
Esta edición estuvo en el centro de atención y llena de polémica tras la iniciativa del comité organizador de Miss Universo de celebrarse en Israel, en medio de la tensión política y social internacional con Palestina. La elección de la sede ha provocado protestas que aluden a la ocupación y maltrato que reciben los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza actualmente. Los activistas pro-Palestina intentaron organizar un boicot a la competencia a través de un comunicado; la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural recordó que la ciudad de Eilat fue construida sobre las ruinas de Umm al-Rashrash, una aldea palestina cuya población fue depurada étnicamente durante la Nakba [1] de 1948.
Es por ello, que instaron a las participantes a retirarse del concurso para evitar la complicidad con el régimen de apartheid de Israel destacando los crímenes de guerra y la violación de los derechos humanos palestinos lanzando en Twitter los hashtags: #BoycottMissUniverse y #theresnobeautyinapartheid. Usuarios en redes debatieron que una de las funciones de Miss Universo es “empoderar a las mujeres”, entonces, ¿cómo puede ser posible que al mismo tiempo la organización legitime el estado de apartheid que desplaza y masacra violentamente a las mujeres palestinas?, ¿por qué esta plataforma lleva a cabo su principal evento en un estado opresor, en un momento de mayor conciencia internacional sobre los crímenes de Israel?. Como si 70 años de enfrentar a la misoginia no fueran lo suficientemente malos, ahora se legitima la victimización de los palestinos.
El ministro de Turismo de Israel, Yoel Razvozov, se pronunció al respecto: “A pesar de los desafíos que enfrentamos por el coronavirus, es necesario crear anclas turísticas que promuevan y presenten a Israel ante el mundo, para después de la pandemia”, sin mencionar la problemática que existe en la región. Por su parte, Paula M. Shugart, presidenta de la Organización Miss Universo, ha mencionado que Israel está en la lista de países anfitriones “debido a su rica historia, hermosos paisajes, y atractivo destino turístico mundial” sin dar razones concretas del por qué la elección de dicha ciudad para ser sede.
Con el brote de la variante Omicron de la COVID-19 en varios países africanos cercanos a Israel, Malasia anunció la retirada de su candidata del concurso y a pesar de las múltiples medidas de prevención y cuidado, Miss Francia, Clémence Botino, fue diagnosticada con Coronavirus una vez arribada al aeropuerto de Israel y, por disposición del gobierno, la organización la mantuvo en cuarentena. Una vez dando negativo a la segunda prueba antes de la ceremonia preliminar, fue aceptada en la congregación.
En otras instancias, Miss Grecia decidió abandonar la competencia en apoyo a Palestina argumentando estar decepcionada de la organización por haber elegido a Israel como sede, agregó que había sido su sueño desde pequeña participar, pero la humanidad estaba por encima de los concursos de belleza. Por otro lado, el gobierno de Sudáfrica resolvió retirar el apoyo a su representante después de que múltiples organizaciones sociales y el nieto del ex presidente sudafricano Nelson Mandela, Inkosi Zwelivelile Mandla Mandela, pidieron a Lalela Mswane, Miss Sudáfrica 2021, que se retirara del certamen internacional. A pesar de esto, la concursante decidió participar quedando como 2nd runner up [2].Debemos recordar que Sudáfrica ha sido uno de los contendientes más fuertes dentro de la competencia, pues en años recientes se ha llevado la corona: Demi-Leigh Nel-Peters en 2017 y Zobzibini Tunzi en 2019 son sólo algunos ejemplos.
“Sudáfrica tiene una larga historia de apoyo al pueblo palestino y el trato de Israel a los palestinos recuerda a muchos en el país a los crímenes del apartheid contra su población negra, además, las atrocidades cometidas por Israel contra los palestinos están bien documentadas”, comunicó el gobierno y agregó que “no puede en conciencia asociarse con la nación israelí”.
Esta polémica con Israel no ha sido la primera en Miss Universo, en la edición de 2017 la selfie de Miss Irak, Sarah Eadan y Miss Israel, Adar Gandelsman publicada en instagram, causó revuelo debido a las nulas relaciones diplomáticas que existen entre Israel e Irak gracias a las acusaciones por la ocupación de Palestina. Algunos periodistas mencionan que publicar una foto juntas no era aceptado universalmente, incluso tampoco en la actualidad.
“La reina de belleza de Irak está posando felizmente con la reina de belleza de la ocupación y la brutalidad“. En contraparte, existen otros tweets que mencionan: “Una foto de una árabe o musulmana con una israelí no refleja un acuerdo con la política (de la cancillería israelí) de hostilidad hacia los asuntos de la humanidad y la paz“. Como respuesta a las críticas, Eedan publicó una declaración en Instagram indicando que Miss Israel se había acercado a ella en una sesión fotográfica y le había expresado sus esperanzas de lograr la paz entre sus dos pueblos.
“Me preguntó si quería posar para una selfie juntas y le dije que me encantaría ayudar a propagar el mensaje. El objetivo de la foto fue una expresión de esperanza para la paz mundial, quiero disculparme con cualquiera que piense que la foto es ofensiva a la causa del pueblo palestino, ya que este no es el objetivo de la publicación, simplemente era un pedido de paz y una esperanza de una solución para la crisis” escribió, y agregó que la foto no mostraba apoyo para Israel. Ese mismo discurso se transmitió en esta edición mostrando una amistad sincera entre las dos ex candidatas y reforzando el discurso de solidaridad entre las dos naciones.
Por otro lado, la mexicana Andrea Meza, Miss Universo 2020, quien entregó este fin de semana la corona, comentó en noviembre que el certamen de belleza no debe politizarse; a pesar de ello, la politización del concurso siempre ha sucedido y trae consigo no solamente debates de interés, sino también polémicas y mensajes políticos. Uno de los más recientes fue el de Thuzar Wint Lwin de Myanmar, participante en la edición del 2020, quien aprovechó la plataforma para criticar un golpe de estado en su nación apareciendo en el escenario durante el desfile de trajes típicos con la vestimenta tradicional de la minoría étnica Chin, extendiendo una pancarta en donde se leía: “Pray for Myanmar” (Oren por Birmania).
El 1 de febrero de 2021, la líder electa del país, Aung San Suu Kyi, fue derrocada y detenida por las fuerzas militares, que desde entonces han matado a más de 800 opositores. Miles de personas fueron detenidas y obligadas a huir de sus hogares a medida que se intensificaban los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los activistas. “Nuestra gente está muriendo y recibiendo disparos de los militares todos los días, por ello me gustaría instar a todos a hablar sobre Myanmar“; dijo en un mensaje de vídeo filmado para el certamen.
A pesar del riesgo de represalias por parte de las fuerzas de seguridad, la ex Miss de belleza estaba decidida a llevar su mensaje al concurso para que el mundo se enterara de la situación que se vivía en su país. Poco tiempo después de ganar la categoría de mejor traje típico, se supo que la concursante se encontraba en una delicada situación por exponer que la libertad, los derechos humanos y el derecho a vivir, están constantemente amenazados. Ella decidió quedarse en Estados Unidos hasta que se calmara la situación. Esta pequeña acción generó una respuesta de la opinión pública y la comunidad internacional que ejercieron presión sobre los gobernantes del país asiático.
Otro de los mensajes de la edición 2020, llevada a cabo en suelo estadounidense, fue el de la representante de Singapur Bernadette Belle Ong con un diseño original representando su bandera con la frase: “Stop Asian Hate“, lema del movimiento que buscar detener los ataques contra la comunidad asiática en los Estados Unidos. “Este vestido simboliza la unidad para todos, la armonía social en un país multiracial, multicultural e interreligioso”.
Durante el último año, se han dado numerosos delitos de odio a personas de origen asiático culpándolos de esparcir el COVID-19, originado en China. El FBI advirtió al comienzo del brote que esperaba un aumento en los crímenes de odio contra los descendientes de asiáticos, pero esta situación no es nueva, los delitos de odio en Estados Unidos en 2019 alcanzaron su nivel más alto en más de una década. Se dice que la violencia puede estar relacionada con el aumento del sentimiento anti-asiático en Estados Unidos.
Algunos han culpado directamente a la retórica anti-China del ex presidente Donald Trump, quien a menudo mencionó la pandemia como el “virus de China” o la “gripe kung”. Aunque durante su primera semana en el cargo, el presidente Biden firmó una acción ejecutiva que esencialmente prohíbe el uso de dicho lenguaje dentro del gobierno federal y con los demócratas en control de ambas cámaras del Congreso, los legisladores y activistas están pidiendo más atención y recursos dedicados al tema.
Finalmente, los certámenes de belleza internacionales son una de las tantas herramientas de soft power, del cual hemos hablado anteriormente en Erreizando, pues el tener a la reina de Miss Universo, añade prestigio no solamente a la candidata quien se convierte en embajadora de la organización, sino también al estado que representa; la reina de belleza lo promoverá a nivel turístico, de inversiones y como marca.
Asimismo, el concurso es una plataforma donde convergen ideas e intereses políticos en donde se evidencian los conflictos entre los países participantes y muchas veces todos ellos influyen en los procesos de selección y de patrocinio. Quizá la elección de esta sede no surgió de manera aleatoria, actualmente muchos de los estados de Medio Oriente intentan diversificar su economía a través de otros medios diferentes al convencional, por lo que puede ser una clara evidencia de la estrategia política que está llevando a cabo Israel a pesar del conflicto que aún no termina con Palestina.
Notas:
[1] El Día de la Nakba conmemora la fecha en la que se fundó Israel después de la Segunda Guerra Mundial, cuando alrededor de 800.000 palestinos que se vieron obligados a huir a países limítrofes –Jordania, Líbano y Siria, así como a Cisjordania y la Franja de Gaza- como resultado de la guerra árabe-israelí de 1948 y ante el avance de las tropas israelíes.‘Nakba’ es un concepto en árabe que se traduce como “catástrofe” y los palestinos recuerdan este día para reafirmar el derecho al retorno a sus tierras que ahora forman parte de Israel.
[2] Segunda Finalista.